Dedos de Libertad

Necesitamos reforzar el nacionalismo, la unica via de llegar a tener una patria propia, inclusiva , democrática, sera cuando logremos vernos cada uno de los cubanos como hermanos y como "la misma cosa". Reforzar el orgullo cubano y lo que significa cada uno de nuestros símbolos. Hermanos, no existen los cubanos del exilio y los ciudadanos cubanos reconocidos dentro de la isla , somos un solo pueblo, un pueblo que por los horrores aguantados durante casi 6 décadas, causados por el castrismo, hemos dejado dormido a la dignidad y al decoro, una sociedad civil que camina mecánicamente hacia el escape como forma de lucha, una ciudadanía que ha dejado hibernando sus derechos, justo aquellos derechos que olvidamos, son los que dijo Maceo que se conquistan con el filo del machete y no se suplican. Donde está nuestro Yo Mambí?
Hoy mi única petición al pueblo de Cuba, es que no piense que todo esta perdido, es que no nos dejemos infiltrar por la división o el falso paternalismo, luchemos por los derechos de todos, no nos critiquemos, porque somos sin excepción imperfectos. No delatemos al hermano o al vecino, no cooperemos con esa maquinaria infernal, que incluso no puede llamársele siquiera socialismo, su nombre es Castrismo, es un ente macabro sin replicación, que intenta conquistar los Andes, el Caribe y la América toda.
Dejemos de pelearnos entre nosotros mismos por cosas vanas, aprendamos a ver nuestro futuro dentro y no fuera. No podemos resignarnos a seguir siendo "extranjeros en otras tierras", pero luchemos por no seguir siéndolo en la propia nuestra. Amigos, Cuba no es Castro, la patria somos todos y no es "la hierba que pisan nuestras plantas" , es cada uno de los cubanos que andan desorientados por el mundo cual ovejas sin pastor porque le falta la patria. No se trata solamente de "vivir mi vida y olvidarme del resto", la dignidad y el orgullo patrio latentes deben exteriorizarse en cada uno de nosotros. Los cubanos somos comos los dedos de la mano, todos somos y pensamos diferentes, pero no dejamos de ser dedos. Si nos unimos podemos construir un puño, y si pensamos juntos, fabricar una L.