Dona X Cuba

miércoles, 1 de marzo de 2017

Para no tener que decir: "se los dije".

La política, definida como la actividad que afecta o incide en la sociedad y en cada uno de los hombres, por parte de aquellos que gobiernan o intentan hacerlo, es una ciencia bella, estratégica y dual, marinera, y a la misma vez, capitán. Una princesa que habla por todos, y al mismo tiempo un escriba al que no se le permite expresar. Muchos la tildan de sucia, y prefieren deslindarse de ella por siempre, como si por no pensar en la muerte, escapásemos, y atrapase a alguien más. Otros, la ven como algo que no les corresponde, y prefieren seguir el hilo que otro decidió hilar. Sin embargo, lo más común es que se tome partido y esta decisión conlleve a desagravios ideológicos, que divorcien de una vez y por siempre amistades "eternas", o personas al azar. Así resulta ser la política, modula cada una de las cosas que hacemos a diario, incidiendo desde el efímero precio del vaso de leche que tomamos, hasta en la forma en que podemos elegir quien nos va a gobernar.

Más de una vez he sido atacado por mi manera de pensar, antes, cuando solo conocía de la política su nombre, mi vida era mucho más tranquila, solo lograba preocuparme cuando las demandas externas, ya instaladas o predestinadas por alguien, superaban mis expectativas o capacidades propias de adaptación. Sin embargo, al comenzar a hacerme preguntas, llegó un momento en el que me cansé de que fuera otro el que pensara o hiciese lo que yo mismo podía pensar o hacer. 

Hoy quiero dedicarle unos minutos a la política del país que me permitió ser realmente libre, hoy, más cubano que nunca, desde mi exilio necesario, respirando el aire de Los Andes, necesito dejarle a mi país adoptivo, al Ecuador, una muestra de mi pequeña experiencia sobre gobiernos totalitarios, socialismo del siglo que sea, populismo o cualquier forma de presentación de este mal no estrictamente necesario.

Hace apenas unos días, cuando se desarrollaron las elecciones presidenciales (y parlamentarias) en la mitad del mundo, me sorprendí de muchas posturas políticas, asumidas por personas que usualmente han dejado que sean otros los que opinen sobre el tema, me sorprendí pero a su vez me gustó. Sentí que cada día esta actividad va atrapando a más personas, gente que a su vez abren sus ojos para ya más nunca volverlos a cerrar. La mayoría de estos amigos o conocidos pensaban políticamente muy diferente a mí, y a pesar de haber hablado en varias ocasiones con muchos de ellos, nunca pude percatarme de que podían ser afines a cierta tendencia en el amplio espectro político, pero resulta ser así, nadie, por mucho que pueda negarlo, es en un cien porciento "apolitico"; porque una tendencia inherente al ser humano es transformar su propio mundo, incidir en él, volverlo a su favor, hacer la vida más fácil o simplemente dirigir a quienes dependen de sus decisiones. Cada uno de nosotros en la casa o en el trabajo, puede convertirse en el mayor de los políticos. Muchas amas de casa, no solo dirigen el hogar, sino que además se ven obligadas a negociar, corregir, o planificar las acciones futuras de sus propios hijos. 

El resultado final de la primera ronda electoral dejo muchas enseñanzas, la primera y quizás más pragmática, es que cada día, son más los ciudadanos que deciden tomar partido, y dejar clara su manera de pensar. No hubo uno de los ocho candidatos presidenciales que "enamorara" a una mayoría electoral. Por más que se hicieran estrategias, alianzas, se instalaran candidatos "comevotos", o se eliminaran los blancos y nulos, nadie pudo llegar ni al cuarenta porciento del total. Por el contrario la tendencia siempre fue dual, o bien se apoyaba al continuismo, que lleva ya 10 años en el poder, o bien se decidían por el que fuera, según las encuestas, en el segundo lugar de los siete restantes, y con esto forzar una segunda vuelta electoral. Ningún candidato logró convencer a la mayoría, ninguno tampoco logró mover poblaciones enteras cual populista clásico. Esto es algo que el Ecuador siempre deberá agradecerle paradójicamente al actual mandatario (en caso de ganar la oposición), quien sí cumple con estas características populistas y de carisma "arrastra pueblo", elemento que poco se ha mencionado, y que a pesar de estar creadas las condiciones sociales, ejecutivas y parlamentarias, no se proclamó "candidato indefinido"por su movimiento, por el bien de la democracia, sino que apenas surgió la iniciativa, se manifestó con su ya clásico, Ay Pame! Agradeciendo a la flamante recién elegida asambleísta por su movimiento PAIS, Pamela Aguirre, quien "desinteresadamente"recogió firmas, para la teórica reelección indefinida del actual mandatario, pero a su vez rechazando la misma.

Ya fuera del ámbito político oficial Rafael Correa, llega una oportunidad única en 10 años para la oposición política ecuatoriana, eso lo sabían todos de antemano, pero la falta de proyección política, o el exceso de aspiraciones personales o partidarias, impidió que se hicieran alianzas electorales útiles, y la oposición ganara en una primera vuelta. Dejaron pasar esta opción, sin embargo ahora tienen la oportunidad de apoyar y elegir en una segunda vuelta, ya confirmada, a quien lleva alrededor de 6 años de campaña, al representante del cambio, según su eslogan de campaña, al Sr. Guillermo Lasso. Canditato controversial para muchos, que no pueden olvidar el episodio nefasto del feriado bancario, tan recordado en campaña por el oficialismo, cuando se trata de Lasso, ex presidente del Banco de Guayaquil, y actual socio del mismo. Lo llaman despectivamente el candidato de la Banca, una manera manipuladora de recordarle constantemente al pueblo, por quien votarían, un pueblo que tanto sufrió los efectos de la crisis financiera del año 1999 durante el gobierno de Jamil Mahuad, y todo esto a pesar de quedar "absuelto", luego de una investigación encabezada por el gobierno actual, deslindando de cualquier responsabilidad al banquero Lasso, a quien lo persigue constantemente el fantasma electoral del feriado bancario. No vamos a entrar en discusiones de si tuvo o no que ver en ello, en si se benefició o no del mal de miles de ecuatorianos; acá el análisis va mucho más allá. No se trata del pasado, se trata del presente y del futuro, no solo se encuentra en juego los próximos cuatro años, sino el futuro de toda la nación. Ahí es donde puedo darles un poquito de mi experiencia, de haber nacido en cautiverio en una isla comunista, y de haber conocido un país rico en petróleo y que posteriormente las decisiones populistas, llevaron a la miseria y al fracaso, a tal punto, que los que antes me decían con orgullo que "Venezuela no sería jamás como Cuba", hoy se muerden los labios y la lengua, porque han llegado a estar incluso peor.

 Amigos ecuatorianos, elegir a Lasso, no es traicionar a los que tanto sufrieron, a aquellos que se vieron obligados a emigrar y que incluso aún están fuera. Elegir a Lasso es decirle NO al continuismo, es decirle NO a la corrupción que tiene tan preocupado a los ecuatorianos, y que toca muy de cerca, al menos políticamente, al gobierno actual. Darle el voto este 2 de Abril, al mal llamado "candidato de la banca", es evitar que las libertades personales se vengan abajo, es la esperanza de volver a tener independencia de poderes, de fiscalizar y legislar, es devolverle a la democracia todo su esplendor. No estás eligiendo simplemente a un candidato, estás optando por el cambio, un cambio necesario para la alternancia de poder, un cambio que le dirá NO a dictaduras totalitarias como las que oprimen a Cuba y a Venezuela. He hablado con muchos amigos o compañeros cercanos, y no tienen ni idea de cómo es el socialismo, no conocen las disímiles formas de presentación, no han logrado darse cuenta de que no se trata de una persona, un partido, o una tendencia, acá nada debe verse desde un punto de vista personal, si fuera así, el comentario xenofóbico del candidato Lasso en su cierre de campaña, dirigido a los médicos ecuatorianos, cuando se manifestaba diciendo: "Ecuador para los ecuatorianos y Cuba para los cubanos", nos tuviera desechos y sin esperanzas a los médicos cubanos que radicamos en este país, y no es el caso. Todo lo contrario, aplaudimos el cierre de agendas comunistas insertadas en el país, ya sean misiones medicas, o cualquier otra colaboración que venga desde el régimen que oprime a mi patria, pero abriéndole las puertas a quien huye de la dictadura cubana.
 Se trata de un sistema, una ideología que no funciona por mucho que logre disfrazarse, una forma de hacer política que simula que vives en un sistema, mientras te van introduciendo el otro sin que te des cuenta. No viví el inicio de la "Revolución" cubana en 1959, pero sí he leído y buscado mucha información sobre esos tiempos, e incluso he hablado con personas que sí la vivieron... todos coinciden, jamás imaginaron que las cosas llegaran tan lejos. Cuando lograron darse cuenta del problema instalado ya era tarde. Nadie puede afirmar que aquí, en el Ecuador, ocurra en el futuro algo similar, o que esas sean las intenciones reales del régimen actual, no puedo confirmarles que tienen ya inducida la enfermedad, solo puedo alertarles desde mi humilde punto de vista, sobre los síntomas y signos que ya he logrado evidenciar que aquejan. La decisión es suya Ecuador, me dolería mucho que en los próximos 5 o 10 años tenga que decirles con lágrimas en los ojos y ya siendo demasiado tarde... "se los dije".






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